Ayudas comedor

Tanto las crisis económicas como la pandemia de COVID-19 han tenido un impacto significativo en la economía de muchas familias, aumentando la demanda de ayudas alimentarias en España, incluyendo un incremento importante de las solicitudes de ayudas al comedor escolar. 

Los hábitos de las familias más vulnerables también se han visto modificados, priorizando el precio y el acceso de los alimentos por encima de la calidad nutricional. Según informe PASOS de la Fundación Gasol el 33,4% de niños, niñas y adolescentes (NNA) presenta sobrepeso u obesidad, realidad que se agrava en el caso del género masculino, la población de menor edad y la de menor nivel socioeconómico.

Conscientes de esta situación, en 2012 Probitas inicia el programa RAI Ayudas comedor con el objetivo de disminuir el riesgo de malnutrición infantil mediante el apoyo integral a la alimentación de los menores, educar en hábitos saludables y reducir el absentismo escolar.

Mejoramos la alimentación de menores de 3 a 12 años en situación de vulnerabilidad, ofreciéndoles una comida saludable diaria a través de los comedores escolares en centros educativos de Cataluña y de otras comunidades autónomas. Cada curso escolar, mas de 1.500 menores se benefician cada curso escolar de las ayudas al comedor escolar.

Se trata de un programa con voluntad de ser complementario a las actuaciones ya desarrolladas por la administración pública, basándonos con criterios de proximidad y flexibilidad.

 

¡Verano para todos!

 

Otra situación que ha ido agravándose por las crisis económicas es la falta de garantías alimentarias de la infancia y la adolescencia durante los periodos de vacaciones escolares. Si bien, el servicio de comedor escolar garantiza, como mínimo, una comida diaria a los niños socialmente más vulnerables a lo largo del curso escolar, este soporte acaba durante las vacaciones de verano.

Durante los meses de julio y agosto garantizamos el soporte alimentario y favorece el acceso de los menores a actividades lúdicas, deportivas, culturales y educativas durante los meses de verano, ampliando la oferta de recursos en territorios especialmente desfavorecidos. Más de 8.000 menores participan en este programa cada año. 

¡A merendar!

Se trata de una ayuda económica para la compra de alimentos frescos y de proximidad con el fin de mejorar la calidad nutricional de las meriendas ofrecidas en los centros abiertos u otros proyectos socioeducativos de tarde.

Mejoramos la alimentación de más de 4.400 menores cada curso escolar dotando de recursos y actividades formativas en materia de hábitos saludables a las entidades de atención socioeducativa que desarrollan su labor después del horario escolar.