El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 2, que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), intenta acabar con el hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible. El sector alimentario y agrícola, son por tanto, claves en el logro de este objetivo. La OMS destaca que una gestión adecuada de la agricultura, la silvicultura y la acuicultura pueden suministrar alimentos nutritivos por todo el planeta, así como generar ingresos decentes, apoyar el desarrollo centrado en las personas del campo y proteger el medio ambiente.

Desafortunadamente, el estado actual de los recursos del planeta se están degradando rápidamente debido a la sobreexplotación y los efectos del cambio climático (sequía, inundaciones, tormentas tropicales, etc) y éstos factores ralentizan de forma considerable el logro del ODS2 y, consecuentemente, la mejora del estado nutritivo de las poblaciones, sobre todo las más vulnerables del planeta.

Desde la OMS se exige una "profunda reforma" del sistema agrario y alimentario mundial, basada en un sistema agrícola sostenible, una fuerte inversión en seguridad alimentaria y potenciar el desarrollo rural. Reclama que estas acciones son necesarias si se quiere nutrir a los 815 millones de hambrientos que existen actualmente en el mundo.

Por otra parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sigue un año más difundiendo a través de su campaña #HambreCero los retos que aún faltan superar para lograr que toda la población mundial tenga el derecho a la alimentación cubierto.

Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural, crear igualdad, generar oportunidades de trabajo y darles a las personas una alternativa son sólo algunas de las metas que se deben alcanzar para que en 2030 se consiga poner fin a la malnutrición y al hambre mundial.

El Día Mundial de la Alimentación se celebra cada 16 de octubre porque fue el día que se fundó la FAO en el año 1945.

La Fundación Probitas