La Fundación Probitas, a través de la tercera edición del proyecto Yakaar, sigue profundizando en esta iniciativa encaminada a dar la oportunidad a personas de Senegal de desarrollar el máximo potencial en su país de origen. Anna Veiga, directora de la Fundación Probitas, anima a los participantes del programa a ver su realidad con optimismo: "Pensamos que no deben ver su viaje de vuelta como un fracaso, sino como una oportunidad para adquirir conocimiento y convertirse en referentes para su comunidad".

En 2021, cinco senegaleses en situación de vulnerabilidad han sido becados por el programa, capacitándolos para ser emprendedores en su país de origen y promoviendo su integración en la comunidad, como personas de referencia, para sensibilizar a otros jóvenes sobre las dificultades y riesgos de los procesos migratorios. Así pues, se trata, en su conjunto, de una mirada innovadora a una problemática que persigue a los inmigrantes que no consiguen prosperar en España.

Tras 9 meses de inmersión en un intenso programa de formación, vuelven con ilusión y optimismo a casa. Ha supuesto para todos ellos un gran esfuerzo, ya que han tenido que superar diversas fases de evaluación y capacitación hasta llegar a tener cada proyecto empresarial definido al 100%.

Cinco iniciativas en la tercera edición de Yakaar

La tercera edición de Yakaar se ha traducido en cinco ideas de negocio que se llevarán a cabo, durante una posterior segunda fase, en importantes ciudades del país como St. Louis, Touba o Dakar.

El sueño de Dame Gadiaga, tras 14 años en España, se ha materializado con su negocio de venta de telas con servicio de costurero añadido: "Así podré estar de nuevo con mi familia, porque llevo mucho tiempo fuera. Tengo ganas de participar en el desarrollo de mi país".

Habsayatou Li, madre de tres hijos, quería retornar a sus raíces para que "los niños conozcan a su familia y cultura". A través de una guardería infantil -de 3 a 5 años- en un barrio de Dakar pretende "ayudar a la familias y a los niños en su etapa educativa inicial. Gracias a Yakaar voy a hacer realidad mi sueño".

La vuelta de Issa Gueye, tras 16 años en Barcelona, es para montar una pescadería; pero además aprovechará para "estar cerca de mi familia y recuperar el tiempo perdido".

Mamadou Moustapha tiene actualmente 41 años y llegó a la Península en 2006, aunque sus expectativas iniciales no se acabaron de cumplir. Nacido en la ciudad de Saint Louis, de gran tradición marinera, está ahora centrado en la apertura de una empresa dedicada a la compraventa de pescado congelado. La vuelta a casa la ve como una nueva manera de volver a empezar en Senegal: "Los sueños cambian, pero nunca debemos dejar de perseguirlos" .

Desde 2009 residiendo en la ciudad condal, Ousseynou Toure, quiere volver para "participar en el desarrollo de Senegal -en plena fase de expansión y desarrollo-, al lado de mi familia". El objetivo de la empresa de instalación de fibra óptica es que le permita "vivir dignamente. Gracias a Probitas tengo esta oportunidad que tanto he querido en mi vida".

Un futuro repleto de esperanza

Los cinco becados del programa coinciden en que la formación y los recursos que aporta el proyecto Yakaar es una gran oportunidad para emprender en su país de origen y contribuye a la mejora de la comunidad. Están todos muy contentos y orgullosos del paso que van a dar, así como agradecidos a los formadores, coachs y especialistas que les han acompañado a lo largo de todo el camino.

Tras superar la fase de formación en Barcelona -en la que han definido un detallado plan de empresa-, los candidatos africanos entrarán en una segunda fase de implementación de su proyecto laboral en Senegal. De cara a materializar y consolidar el proyecto, han tenido el inestimable apoyo de un equipo multidisciplinar de acompañamiento formado por el Servei Solidari y Eduvic (Barcelona).

Basado en tres pilares como son la formación, la perseverancia y el acompañamiento, la Fundación Probitas demuestra que existen nuevas oportunidades para la juventud en Senegal.

Fundación Probitas sigue trabajando para que los jóvenes senegales tengan un futuro prometedor sin tener que abandonar su país, mejorando la comunidad más cercana en la que viven y siendo ejemplo y referencia para otros niños, adolescentes y adultos.