Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) en el mundo hay entre seis y siete millones de personas infectadas por el Trypanosoma cruzi, el parásito causante de la enfermedad de Chagas, y la mayor parte se encuentran en América Latina. La enfermedad se puede curar si el tratamiento se inicia poco después de producirse la infección, y en los pacientes crónicos, el tratamiento antiparasitario puede prevenir o frenar su progresión y evitar la transmisión, por ejemplo, de madre a hijo. 

Este es, precisamente, el caso de Maureliana Caballero: una mujer paraguaya que, gracias a la capacitación promovida por la Fundación Probitas, decidió realizarse el test de la enfermedad de Chagas y, al ser el resultado positivo, empezar un tratamiento que la ha curado. Maureliana, hoy en día, ha completado satisfactoriamente su tratamiento y es promotora de salud en Dos Palmas, una pequeña comunidad del Chaco paraguayo. “De pequeña escuché sobre la enfermedad, pero no sabía del contagio”, explica. Gracias a la capacitación conoció los efectos devastadores de la enfermedad, se realizó los análisis indicados y empezó a seguir los tratamientos correspondientes. Desde el centro de salud la acompañaron y atendieron en todo el proceso, dando respuesta a sus dudas e inquietudes.  

Maureliana Caballero, junto a otras mujeres promotoras de la zona, trabaja en las comunidades cercanas alertando sobre cómo se puede contraer la enfermedad y la importancia de realizarse el test de detección. En las charlas, ella explica su experiencia, la necesidad de seguir el tratamiento y cómo prevenir el contagio. Empezó su labor en 2023, con el inicio del proyecto de Probitas y durante el año 2024 seguirá formando e informando a la dispersa población del Chaco. Además, Maureliana visita a las mujeres embarazadas, detecta a los niños y niñas enfermos o desnutridos, apoya en las vacunaciones infantiles y acompaña en sus tratamientos crónicos a las personas mayores que no pueden desplazarse. Es el duro pero gratificante trabajo de una promotora de salud en estas latitudes.  

“La historia de Maureliana es la de millones de mujeres en el mundo. Ellas son las que velan por la salud de sus comunidades como voluntarias, parteras o promotoras de salud. La implicación y convencimiento de mujeres como Maureliana que trabajan para prevenir la enfermedad de Chagas evitan un gran número de contagios y lo que es mejor, de muertes”, afirma Anna Veiga, directora de Fundación Probitas. 

Descubre el testimonio de Maureliana