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Los niños vulnerables no hacen vacaciones en agosto

Los niños vulnerables no hacen vacaciones en agosto

14 d’agost 2014

Durante el último curso escolar, 2.024 niños tenían una comida asegurada en el comedor escolar gracias a una ayuda de la Fundación Probitas a través del Programa RAI-Ayudas al comedor. ¿Qué pasará con algunos de ellos durante las vacaciones?

Las vacaciones escolares y la prevención de la malnutrición infantil en Cataluña

Las actividades socioeducativas en el ámbito del ocio en los meses no lectivos tienen un papel fundamental en la prevención de la malnutrición infantil, ya que, al igual que el comedor escolar, garantizan al menos un plato nutritivo al día a los menores más vulnerables.

Para aliviar las consecuencias de los desequilibrios generados por la nueva situación económica en las familias catalanas, varias entidades han comenzado a poner énfasis en la necesidad de cubrir este vacío de ocio, que a su vez puede provocar una desequilibrio de la alimentación, que, en los casos de los niños en una situación de alta vulnerabilidad, puede ser muy deficitaria.

Este déficit y las dificultades de acceso a ciertas actividades de ocio no subvencionadas se han hecho más patentes con la crisis económica, y es por ello que la Fundación Probitas, con la colaboración de otras entidades, pretende también sensibilizar a las administraciones públicas sobre este problema. Tal y como recomienda el Informe sobre el derecho al tiempo libre y a las salidas y colonias escolares del Síndic de Greuges (junio 2014), hace falta «que las administraciones públicas mantengan el esfuerzo a la hora de asegurar al màximo posible la igualdad de oportunidades de los niños en el acceso y el aprovechamiento de las actividades de ocio educativo y eviten que el actual proceso de desinversión pública perjudique la igualdad de oportunidades en este ámbito, de acuerdo con el principio de prioridad presupuestaria de la infancia establecido por el artículo 15.1 de la Ley 14/2010, de 27 de mayo, los derechos y las oportunidades en la infancia y la adolescencia»

Una comida asegurada, también en verano

Prevenir la malnutrición es uno de los objetivos del programa de Refuerzo de Alimentación Infantil (RAI) de la Fundación Probitas. Desde hace dos años, la fundación subvenciona el acceso a centros  de verano durante los meses de julio y agosto los menores con mayor riesgo de padecer malnutrición de las escuelas adheridas al programa RAI-Ayudas al comedor. Son 14 los municipios donde actúa y 120 escuelas participantes. 41 entidades colaboran en el proyecto, en el que se espera aportar, durante el próximo ejercicio, 1.606 ayudas.

Asimismo, con el apoyo de los Servicios Sociales de los ayuntamientos de 14 municipios-como Badalona, Barberà del Vallès, Montcada i Reixac, Santa Coloma, Mollet, Canovelles, Granollers y Parets del Vallès-, la Fundación Probitas ha puesto en marcha el proyecto RAI-Centros de verano, gracias a dicho proyecto muchos de estos niños en riesgo de exclusión social gozan actualmente de un centro para los meses de verano, sobre todo en agosto, el mes que presenta más déficit de oferta. Ellos sienten el beneficio del ocio, y, al mismo tiempo, ven cumplidas algunas de las necesidades básicas de alimentación, ya que el centro incluye varias comidas y recursos alimenticios.

Colaboración con entidades

Estas actividades socioeducativas significan también un espacio de protección en que los menores en riesgo puedan sociabilizarse en un ambiente alejado de las calles o de situaciones de desestructuración familiar y social.

Para gestionar algunos de estos centros de verano, la Fundación Probitas colabora con entidades pequeñas de barrio como El Club San Feliu, el Esplai  La Florida, Nou Quitxalles, REIR, La Vinya y con grandes entidad como la Federación Catalana del Esplai, el Casal, la Fundación Pere Tarrés y la Fundación para el Deporte y la Educación de Barcelona (FEEB) una entidad que además apuesta por integrar los jóvenes de los barrios en el proyecto, formándolos para que hagan de monitores de los niños, con los que conectan más fácilmente. Tal como afirma José Luis Velasco, director de la FEEB: «De esta manera el barrio experimenta una transformación lenta y positiva. Aparecen referentes jóvenes que están ocupados, estudian y son modelos positivos de convivencia».