El curso escolar 2016/2017 acabó con un total de 304.548 alumnos (148.004 chicas y 156.544 chicos) matriculados en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en Cataluña, según los últimos datos registrados por el Departamento de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña del mes de Julio. De todos estos matriculados, recibieron beca comedor unos 5.000 alumnos de ESO, según aseguraba la Consejera de enseñanza, Meritxell Ruiz. Esta cifra, pero, supone menos del 2% de los estudiantes catalanes de secundaria obligatoria que reciben ayuda alimentaria, ante el 13,6% que la reciben en educación infantil y primaria. Por lo tanto, del paso a la escuela al instituto los alumnos que dejan de recibir beca disminuye un 89%.

Se recuerda, que las becas comedor son unas ayudas sufragadas con fondos públicos destinados al alumnado en edad escolar obligatoria que pertenece a familias en situaciones socioeconómicas precarias, independientemente de su nacionalidad u origen. El organismo encargado de la planificación de las becas y de establecer su precio máximo es el Departamento de Enseñanza, mientras que los consejos comarcales son los responsables de gestionar las ayudas y los cuales cubren de forma parcial o total el coste del servicio.

El origen del problema
El 2012 el Parlament de Cataluña implantó la jornada intensiva a la ESO, lo cual supuso el cierre de muchos comedores escolares de institutos públicos catalanes por falta de demanda. Durante estos años la medida ha provocado que las familias con más dificultades económicas no puedan garantizar la comida del mediodía a los jóvenes que más lo necesitan exponiendo a los niños y niñas a un riesgo de malnutrición importante y con consecuencias graves en su desarrollo físico y cognitivo.

Actualmente, este es un tema de discusión al Parlament, puesto que se quiere reemplazar el anterior decreto aprobado el 1996 y que actualmente todavía está en vigor. La actualización del decreto, según fuentes de la consejería al diario online directe.cat, revisa criterios como cuál tiene que ser la ratio de monitores que hay que establecer en los comedores escolares o por ejemplo cuál tiene que ser el precio máximo del menú que actualmente está a 6,20€ -un precio congelado desde ya hace años-. Las nuevas bases del decreto se encuentran en una fase muy inicial y se están debatiendo conjuntamente entre asociaciones de padres y madres y las empresas que ofrecen los servicios para poderlo poner en marcha de cara al próximo curso 2018/2019. El nuevo decreto –retirado temporalmente por falta de consenso de la comunidad educativa- pondría fin a la gestión de los servicios de comedores por parte de algunas AMPA.

Por otro lado, la Federación de Asociaciones de Madres y Padres y de Alumnos de Cataluña (FAPAC) reclama a la Generalitat que el servicio de comedor sea gratuito a las escuelas e institutos de titularidad pública. Entre los argumentos que plantea es que garantizar el acceso universal al servicio de comedor puede ser un primer paso para garantizar la equidad y la igualdad de oportunidades. Además, que considera que las dos horas que se tarda entre la comida y el recreo se tienen que contemplar como parte del programa educativo del centro.

El papel de Probitas
En este contexto, la Fundación Probitas está muy implicada en intentar revertir la situación de muchos menores que tienen dificultades para cubrir el coste del comedor escolar o que a partir de los 12 años cuando inician la ESO decaen en su derecho a percibir ayudas comedor.

Dentro del proyecto de Refuerzo de la Alimentación Infantil (RAI) iniciado el 2012 Probitas impulsa dos años más tarde el "RAI-ESO ¡Comemos Juntos!", un programa que pretende ofrecer una comida saludable y un espacio de protección donde realizar actividades de ocio socioeducativas en adolescentes de entre 11 y 17 años en riesgo de exclusión social. En este caso, el programa incluye el acceso a una comida saludable y a actividades de ocio y deportivas y de acompañamiento a la escolarización entre las 14 horas y las 17 horas. Además de asegurar un plato nutritivo al día y proporcionar un espacio de protección, los objetivos del programa son promocionar hábitos saludables, hacer visible la necesidad de abrir los comedores a los institutos y trabajar en red.

El programa "RAI-ESO ¡Comemos Juntos!" durante el curso 2016/2017 tuvo 7 espacios en pleno funcionamiento en 6 municipios de Cataluña, con 6 entidades colaboradoras y 401 beneficiarios provenientes de 18 institutos. Las zonas donde está presente el programa so Hospitalet de Llobregat, Terrassa, Granollers, Sabadell, Montornès del Vallès y Salt.

Nuevos espacios de actuación este curso
En este nuevo curso escolar 2017/2018 Probitas ha iniciado el programa "RAI-ESO ¡Comemos Juntos!" en Santa Coloma de Gramenet. Concretamente se ha impulsado el lunes 2 de Octubre en dos centros de educación secundaria y dónde aproximadamente unos 70 niños y niñas de entre 12 y 14 años serán beneficiarios del programa "RAI-ESO ¡Comemos Juntos!". Además de ofrecer una comida saludable, en el centro también se realizarán actividades deportivas, socioeducativas y de refuerzo escolar para los adolescentes en riesgo de exclusión social en la franja horaria que ocupa desde las 14:30 horas hasta las 17 horas.

Los dos centros donde se aplica el programa son los institutos Puig Castellar y Tierra Roja de la ciudad. La iniciativa ha sido posible gracias al acuerdo firmado entre Probitas, las entidades Casal de los Niños, Risas y el Ayuntamiento de Santa Coloma y la implementación de este programa contribuirá a hacer visibles las necesidades de abrir los comedores escolares en los institutos de secundaria y promover el trabajo conjunto entre todos los agentes implicados.

Además de la colaboración con los dos institutos de Santa Coloma de Gramenet, Probitas también tiene previsto poner en marcha el proyecto "RAI-ESO ¡Comemos Juntos!" de carácter socioeducativo para garantizar una alimentación saludable a los alumnos de secundaria del Vallès Occidental. Desde el Consejo Comarcal de este territorio lamentan que menos de un alumno de cada 100 recibe una beca comedor y que sólo el 2,8% de todas las becas que se otorgan en la comarca son por alumnos de secundaria. Este hecho provoca que muchos niños y niñas se queden sin ayuda al dar el paso de la escuela al instituto. Según datos del Consejo Comarcal, durante el curso 2016/2017 recibieron beca 1.014 alumnos de sexto. Mientras que en el curso 2017/2018 sólo fueron 204 alumnos de primero de la ESO que salieron beneficiados.

Por este motivo, Probitas ha establecido un marco de colaboración con el Consejo Comarcal del Vallès Occidental para garantizar los beneficios del programa "RAI-ESO ¡Comemos Juntos!". Por las dos partes este convenio representa un impacto de alcance comarcal. Aun así, la Fundación impulsará próximamente el proyecto RAI-ESO en institutos de Cornellà (Baix Llobregat) y en centros de diferentes ciudades del Vallès Occidental.

La buena acogida del programa por parte de todos los agentes educativos (ayuntamientos locales, institutos, entidades y familias) hace que Probitas, poco a poco, vaya ampliando su ámbito de actuación y cada vez cubra las necesidades de más menores vulnerables.