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Apoyo al centro de tratamiento para la desnutrición en Dowa, Malawi

En los últimos años, Malawi ha hecho grandes avances en su desarrollo como país debido a dos estrategias: una política exterior pro occidental del gobierno democrático y una política de puertas abiertas hacia los refugiados de Mozambique y Rwanda, lo que ha permitido recibir mucha ayuda internacional. Sin embargo, Malawi se enfrenta todavía a grandes retos. La población es predominantemente rural y el tabaco es el principal material de exportación.


El VIH/SIDA ha producido estragos en el país con un 14,2% de la población infectada.Después de décadas de silencio sobre esta espidemia que causa una disminución muy alta de las fuerzas de trabajo y que acaparaba el 70% de la capacidad de los hospitales, el presidente de Malawi puso en marcha un plan de choque. Más de un millón de niños del país son huérfanos víctimas del VIH/SIDA y viven en una situación de máximo riesgo y vulnerablidad. Algunos de ellos, deben realizar las funciones de cabeza de familia a la temprana edad de 14 o 15 años, cuidando y haciéndose cargo de sus hermanos más pequeños. La malaria es otra de las enfermedades prevalentes que lastra el desarrollo del país con un importante impacto en la salud de la población.

En 2011, la Fundación Probitas, a través de Active Africa, colaboró aportando medicamentos y material médico para el dispensario en Chezi, provincia de Dowa y una de las zonas más pobres del país. Impulsado en 1992 por las diócesis de Lilongwe y gestionado actualmente por las Hermanas María Mediadora, el centro de salud da cobertura a 27 pueblos y en 2011 atendió 44.803 consultas. Asimismo, el St Mary's Rehabilitation Centre tiene como objetivo principal ser un centro de rehabilitación para niños afectados por malnutrición, acogiendo en 2011 a 189 niños y siguiendo en el ambulatorio a más de 20.000.

El centro, que cuenta desde hace algunos años con el apoyo de la ONG Active Africa, atiende los problemas de salud de la población (malnutrición en gran número de casos), lleva a cabo programas de salud materno-infantil y de prevención de enfermedades como el Sida y malaria. El centro cuenta también con un hospital que admitió a 3.733 pacientes en 2011 y una granja-escuela-huerto, entre otros programas, que se gestiona con 70 personas locales.

La misión acoge a 189 niños, que se distribuyen según sus edades en ocho casas. Sin embargo, las necesidades en este sentido son tan grandes que la misión tuvo que ampliar el servicio y en la actualidad cuenta con un programa especial mediante el que se hace el seguimiento escolar y sanitario de forma ambulatoria de 600 niños.

El programa cuenta además con cinco clínicas en las montañas de Dowa, a las que se desplaza mensualmente un equipo médico y de enfermeria con el fin de vacunar a los menores de 5 años y hacer un exhaustivo seguimiento nutricicional de los niños con desnutrición, así como para detectar nuevos casos.